Conclusión

Es importante mencionar antes que todo, lo que significo para nosotros la experiencia, partiendo de no tener noción alguna de éste deporte y filosofía de vida, a lograr un entendimiento y asimilación de lo que se trata ser un traceur. No podemos dejar de lado, el hecho de un cambio en nuestra visión de ciudad y espacio como estudiantes de arquitectura; la nueva forma de mirar la ciudad, pensando en que los límites espaciales existen sólo en nuestro subconsciente y pueden ser rotos e incluso dominados. Vencer las barreras físicas y tangibles hasta los propios miedos que se encuentran en el interior de cada uno, pudiendo así expandir nuestro entorno y alzarnos libremente por el, poniendo a nuestra disposición el espacio, logrando esto sólo a partir del dominio y superación de nuestro propios límites de conciencia expandiendo la frontera de la ciudad, en un universo de desplazamiento multidimencional, en la que la estructura del espacio por medio del trazado se ve desmaterializada, perdiendo sus propiedades físicas, (rigidez, masa, peso, etc.) unificando y redeterminando el espacio. A partir de esto, ante los ojos de un traceur la ciudad se torna espacio único, un todo, el cual aparece carente de barreras y limitantes, en donde se logra un desplazamiento libre y múltiple.

Como apreciación social, podemos concluir que el Parkour muchas veces se torna un show público, en la que los transeúntes de la ciudad disfrutan viendo los trucos y acrobacias, provocando un interés en la disciplina y una aceptación positiva por parte de la ciudadanía de todas las edades. En relación con la cuidad, el incremento en la construcción da expectativas en cuanto a la diversidad arquitectónica de nuevos elementos que brinden a los Traceurs, nuevos y mayores desafíos.